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Ahora que la vida



Ahora que la vida nos arranca nuestra manta, Y perdido e hipocondríaco, ya no duermo de un tirón. 
Ahora que la noche es un rumor de risa ajena Que se aleja por la calle y nos congela el corazón. 
Ahora que respiro y resulta más difícil Sacar bajo nuestra piel las astillas del recuerdo. 
Ahora que me pierdo las auroras de Madrid Y no suenan en las radios las canciones que te debo. 
Ahora que te miras por más tiempo en los espejos, Ahora que necesitamos excusas para emborracharnos. Ahora que la brisa no enmaraña nuestro pelo, Ahora que ya no marcamos tantos goles con la mano.
Ahora que discuto a gritos con el telediario, Que reconozco en mi enojo las manías de mi padre. 
Ahora que en los bares ya no crecen crisantemos, Que regreso de muy lejos y no deshago el equipaje. 
Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad, Me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle. Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad, Se derrumban los palacios y traes verde a sus solares. 


Haces que este otoño ilumine mis mañanas Y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo. 
Traes un corazón para cada hombre de hojalata. Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo. 
Ahora que he aprendido a desaprender las reglas Y que todo temporal nos regala una enseñanza, 
Y a decir que te amo con 140 letras O a encerrar en un gin tonic todas nuestras esperanzas. 
Ahora que las noches sin tu luz me han enseñado Que toda felicidad deja algún damnificado, 
Que, en las caracolas, el mar nombra tu recuerdo, Que revuelvo mis cajones para encontrar tu retrato. 
Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad, Me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle. Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad, Se derrumban los palacios y traes verde a sus solares. Haces que este otoño ilumine mis mañanas Y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo. 
Traes un corazón para cada hombre de hojalata. Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo.

No me olvides

Estas pláticas que yo tengo con mi conciencia son a veces muy largas, duran días enteros; por eso no resulta que me ponga a contártelas en esta pobre carta. De verdad, cuídate mucho, come y duerme bien y sueña con los angelitos y no en esta cosa maligna que soy yo. Pero no me olvides.


No quiero

No quiero pesar ni 50 kilos, ni 40 kilos ni 2 kilos, simplemente quiero desaparecer.


Así soy

Así soy: extremista hasta límites insospechados. Siempre pienso que la gente me quiere abandonar o engañar o simplemente desconfía de mí.


Consumir

Me estaba consumiendo, lo sabía, y no podía dejar de disfrutarlo.


Nunca más




Vegan






Caricia


Sólo el amor resistirá alimentando silencioso la lampara encendida, el canto anudado a la garganta, la poesía en la caricia del cuerpo abandonado.

Mujer celosa


Cotillea: La principal arma que usa una mujer cuando tiene celos es el cotilleo, lo hacen de un modo sutil. Por ejemplo, te llama alguien y cuando terminas de hablar te pregunta como si se hiciera la despistada: “¿Qué quién era?”, ahí ya están actuando los celos, aunque sea en pequeña medida, si simplemente te lo pregunta te lo pregunta directamente sin hacerse la despistada.
Otras cosas que hacen es mirarte la agenda del móvil, tus mensajes, tu correo, tu MSN… Por supuesto tú no te enteras de nada, si algo tiene una mujer celosa es sutileza y si te pilla algo que ella cree que justifica tus celos te lo hará saber en formato de reproches sin sentido.

londra città


Aquelarre.com

No se deje engañar


Los hipócritas pretenden ser palomas, políticos, literarios, arquitectas, diseñadoras, águilas... Pero no se deje engañar por su apariencia, no son águilas, son ratas.

...


Infiel como el ala de los pájaros infieles tú siempre serás mía: los eucaliptus sangraban, un caballo ciego fue a agonizar entre los rieles porque no quería ver el fin de nuestro amor mientras se marchitaban los dedales de oro sembrados por un loco. Tú siempre serás mía. Infiel como el ala de los pájaros infieles.

Tus celos



Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.
Michel de Montaigne

Envy


La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.

Miguel de Unamuno

Ladrones


"Así conversábamos en torno de la mesa del café, sombríos y gozosos de nuestra impunidad ante la gente, ante la gente que no sabía que éramos ladrones..."


Life is pink

Vintage my heart

The G devil blues

Gronchótika